Dónde alojarse en la Costa Brava

Cadaqués es, sin lugar a dudas, una de las localidades más emblemáticas y famosas de la Costa Brava.

Este pintoresco pueblo costero se encuentra junto a una escénica bahía famosa por su rocoso litoral, bellas playas y calas.

El cercano Parque Natural del Cap de Creus, que marca el encuentro de los Pirineos con el mar Mediterráneo, ofrece senderos con vistas panorámicas, áreas de playa y un restaurante en su faro.

El Casco Histórico de Cadaqués tiene varias atracciones turísticas, incluyendo el Museu de Cadaqués, la iglesia de Santa Maria de Cadaqués, la Expo Dalí, y varios palacetes modernistas como la Casa Serinyana.

Cadaqués es conocida también por sus playas. Las más céntricas son Platja Gran y Platja de Port Alguer.

No muy lejos del centro histórico se halla la localidad de Port Lligat. Este pequeño puerto ha sabido conservar, a pesar del paso del tiempo, su esencia de villa de pescadores. Port Lligat es especialmente famoso por ser el lugar de residencia del artista Salvador Dalí

Como no podía ser de otra forma, la atracción más importante de esta zona es la Casa-Museo Salvador Dalí, donde vivió el genio catalán desde 1930 hasta la muerte de su esposa Gala en 1982. La casa museo está abierta para visitas turísticas previa reserva. Puedes reservar un tour guiado aquí.

Otras atracciones imperdibles en Port Lligat incluyen las playas de la Cala de Portlligat y Platja Salvador Dalí.

Además de atracciones turísticas de clase mundial, un pintoresco y caminable centro histórico playas y calas tranquilas y poco masificadas, hemos escogido Cadaqués como el mejor pueblo donde alojarse en la Costa Brava por su excelente ubicación.

Si decides quedarte en Cadaqués en tu viaje al litoral de Catalunya, estarás muy cerca de todo. Esta ciudad de la Costa Brava se encuentra a 80 kilómetros del aeropuerto de Girona, a 35 km de la estación AVE de Figueres y a 39 km de los yacimientos arqueológicos de Empúries.

A Cadaqués se puede llegar en autocar desde Barcelona, Girona y Figueres.

Leer más sobre dónde alojarse en Cadaqués, Girona.

Ubicada exactamente a medio camino entre Barcelona y la frontera francesa, Tossa de Mar es uno de las localidades que componen la Costa Brava.

Tossa ha sido históricamente un destino favorito entre artistas y bohemios como el pintor Marc Chagall. Ava Gartner se enamoró de la ciudad mientras grababa Pandora y el holandés errante y hoy puede verse un monumento dedicado a la actriz en su paseo marítimo.

Con una excelente mezcla entre atracciones, playas e historia, Tossa de Mar es uno de los destinos más completos del Mediterráneo catalán.

Las principales playas de Tossa de Mar son Platja Gran y Platja Mar Menuda.

Las ruinas de la Villa Romana dels Ametllers muestran los restos de una de los asentamientos viticultores más importantes de la antigua Tarraco. Muchos de los artefactos excavados en Ametllers se encuentran en la colección del Museo Municipal de Tossa de Mar.

La Villa Vella (Ciudad Antigua) de Tossa está rodeada por murallas medievales que guardan en su interior uno de los cascos históricos más bonitos de Catalunya.

En el centro hay muchas tiendas, galerías de arte y cafés, además de restaurantes que sirven platos típicos del mar con ingredientes locales.

Tossa de mar es además uno de los enclaves mejor conectados de la Costa Brava. La ciudad cuenta con autobuses urbanos y conexiones con Lloret, Blanes (estación de Cercanías a Barcelona), Girona y el aeropuerto.

Calella de Palafrugell es un antiguo pueblo de pescadores ubicado en la Costa Brava.

Este encantador enclave costero conserva la magia de los pueblos medievales con sus estrechas y adoquinadas calles, ambiente marino y excelente escena gastronómica.

Calella de Palafrugell se encuentra a 30 kilómetros al este de la ciudad  de Girona y a solo hora y media al norte de Barcelona.

Esta localidad destaca por sus casas blancas con techos de teja, que sobresalen sobre una costa rocosa adornada por calas.

Al norte del pueblo se encuentra el paraje natural de Castell par Roig y al norte el núcleo costero y turístico de Llafranc, al que se puede acceder a través del Camí de Ronda, una ruta de senderismo que ofrece impresionantes vistas del mar y las poblaciones costeras.

Las playas urbanas  de Port Bo o En Calau son perfectas para disfrutar del mar y ver las tradicionales barcas coloridas atadas en la arena.

Hacia el sur del casco urbano, a través del Camí de Ronda, se puede disfrutar de calas escondidas como la Cala de Sant Roc, Cala Foradada, Punta de Forcats y Punta de Aiguadolça hasta alcanzar el jardín botánico del Cap Roig, en cuyos sus pies se encuentra la maravillosa playa de El Golfet.

Calella de Palafrugell es uno de los mejores destinos gastronómicos de la Costa Brava. Sus restaurantes tradicionales están entre los mejor valorados de Catalunya.

Calella también cuenta con una ubicación céntrica para explorar la Costa Brava al completo, ya que está prácticamente equidistante de Blanes (65 km) y Cadaqués (75 km).

Blanes es la puerta de entrada a la Costa Brava si se viene desde Barcelona.

Esta ciudad, la más poblada de la Costa Brava, pasó de ser un antiguo pueblo de pescadores, a uno de los destinos de playa por excelencia de Catalunya.

En sus calles y fachadas, aún se observan vestigios del gótico catalán y más reciente de elegantes casas ochocentistas.

Dicho esto, a diferencia de las dos primeras localidades de esta lista, desde mediados del siglo XX, Blanes ha sufrido un importante proceso de urbanización y modernización que ha eliminado buena parte de su encanto histórico.

El extenso paseo marítimo de Blanes es el corazón de la ciudad. Aquí se encuentran varias atracciones para toda la familia.

Otra característica de la ciudad, es que cuenta con el Puerto de Blanes, uno de los más activos de la Costa Brava, con amarres para embarcaciones de pesca, ocio y deporte.

Además, en esta ciudad se encuentran los restos del castillo de Sant Joan, construido a mediados del siglo XIII.

Otros monumentos de interés en Blanes, son la fuente gótica del siglo XIV, la iglesia de Nuestra Señora de la Esperanza, la capilla de Santa Bárbara y el santuario de la Sagrada Imagen del Vilar, situado a unos cuatro kilómetros de Blanes.

El principal factor que convierte a Blanes en uno de los mejores pueblos donde alojarse en la Costa Brava es su conexión con Barcelona. Este enclave es el único lugar de la Costa Brava conectado por trenes de cercanías (línea R1).

Begur es un pequeño pueblo gironés, ubicado el corazón de la Baix Empordà.

Su casco antiguo, ubicado en el interior, destaca por sus calles empedradas, casas medievales y restos históricos como el Castillo de Begur.

Además de su patrimonio histórico, Begur cuenta con atractivos naturales en sus localidades costeras, incluyendo los acantilados del Massís de Begur y varias playas y calas.

En primavera y verano se llevan a cabo en Begur varias actividades culturales como las Fiestas Mayores y la feria Indiana. Ambas celebraciones incluyen las tradicionales sardanas, cantada de habaneras, y obras de teatro.

Begur se encuentra a menos de una hora en coche desde desde Barcelona y a media hora de Girona.

La Escala es un municipio de la litoral del Alt Empordà.

Esta zona costera se encuentra muy cerca de las ruinas de la antigua ciudad greco-romana de Empúries.

Su ambiente marino, calas y playas son el principal atractivo de esta zona. Además de sus fiestas, tradiciones y los conciertos de verano.

La principal playa de la localidad, Platja de Riells, ofrece aguas tranquilas para nadar y un paseo marítimo con bares y restaurantes.

La Punta, ubicada en el extremo norte de L’Escala se encuentran los monumentos a la gente del mar y a la Mujer del Pescador, como testimonio de su tradición pesquera.

Además de hermosos paisajes, playas y monumentos, L’Escala es uno de los mejores pueblos donde dormir en la Costa Brava gracias a su cercanía as los yacimientos arqueológicos de Empúries, la ciudad de origen griego más importantes de la Península Ibérica.

Si bien L’Escala cuenta con conexiones de autobús, la mejor forma de explorar la localidad y la zona circundante es en coche.

Roses es un municipio de la comarca del Alt Empordà.

Está ubicada en la costa, en el extremo norte del Golfo de Roses, y es un importante puerto y enclave turístico.

La principal atracción histórica de Roses es la Ciutadella de Roses, una ciudadela renacentista con ruinas de un antiguo asentamiento griego y un monasterio medieval.

En lo que a playa se refiere, Roses cuenta con una sucesión de playas de arena fina que se extiende varios kilómetros, entre las más populares se encuentran Platja La Punta, La Perola, Nova, Rastell y Rovina.

Al sur de Roses se encuentra Empuriabrava, llamada la “Venecia de Catalunya”, esta comunidad con 24 km de canales navegables, es el puerto deportivo residencial más grande de Europa.

El cercano Parque Natural de los Aiguamolls de l’Empordà es el segundo humedal más extenso de Catalunya y uno de los mejores lugares para practicar avistamiento de aves en la Costa Brava.

Lloret de Mar es una localidad costera del Mediterráneo a 40 kilómetros al sur de Girona y 75 kilómetros al noreste de Barcelona. Con una población de alrededor de 40.000 habitantes, es la segunda ciudad más grande de la región de la Costa Brava.

Este importante destino turístico tiene una reputación un tanto controversial dentro y fuera de España, ya que cada verano atrae a miles de turistas y además se considera uno de los principales destinos de “turismo de borrachera” y despedidas de soltero.

Su playa principal, Platja de Lloret de Mar, es una de las más populares de la Costa Brava. Otras playas y calas en Lloret y sus alrededores incluyen la Platja de Fenals, Platja de sa Boadella y la Platja de Santa Cristina.

Si bien es cierto que esta ciudad costera no es el destino más refinado de esta lista, no se puede negar que su vida nocturna es la mejor de la Costa Brava.

Lloret también alberga varias atracciones, como el Castillo de Sant Joan de Lloret, los serenos Jardins de Santa Clotilde, el modernista Cementiri Modernista y el Museo del Mar de Lloret.

Pero quizás la mejor razón para elegir Lloret de Mar como la mejor zona donde alojarse en la Costa Brava es lo barata que es. Los hoteles en Lloret son notablemente más económicos que los de la mayoría de los otros pueblos y ciudades de la costa catalana, especialmente en temporada baja.

Lloret de Mar también está muy bien comunicado con el aeropuerto, Girona, Barcelona, ​​Tossa de Mar y Blanes.

Leer más sobre dónde alojarse en Lloret de Mar.

Pals es una localidad del Baix Empordà que con un marcado espíritu medieval.

Este pueblo se sitúa en la cima de una montaña en torno a una fortaleza.

Algunas atracciones únicas en el centro histórico de Pals incluyen la Torre de les Hores, la iglesia de Sant Pere, el Castillo de Pals y la Plaça Major.

Desde el cercano Mirador d’en Josep Pla se pueden obtener excelentes vistas del pueblo y su zona circundante.

Unos kilómetros al este de la localidad se encuentra la Platja de Pals, una playa virgen con dunas, pantanos y humedales que conforman un paisaje natural único.

Pals cuenta con una variada oferta hotelera y gastronómica, con gran cantidad de restaurantes de cocina tradicional catalana.

Pals se ha convertido en uno de los destinos más aclamados tanto para los amantes de la arquitectura y el arte, como de los que desean perderse en la naturaleza y disfrutar del paisaje marino de la Costa Brava.